Thursday, February 12, 2015

Reflejando

Me enamoré de ti

Sin querer

Sin querer queriendo

De repente, me elevaste

Me caí

Sin conocerte bien

Sin razón

y con toda razón

No fue justo

No fue planeado

Me cambiaste a mi

Sin saber

Hasta más tarde

Sin saber

Que fuera posible

Creía con todo mi alma que nos reencontraríamos un día

Me invadiste

Casi me conquistaste

y llovía, llovía

Mi cuerpo se sentía inundado por la lluvia,

y el daño causado por la lluvia ahogó mis pensamientos.

Y de repente, me estaba ahogando por la tormenta de ti.

A veces sueño con la calma antes de la tormenta

pero, cuando me despierto, recuerdo que todavía estoy reconstruyendo la casa.

Y si me permito creer que en realidad nunca llegó la lluvia, que nunca sentí la fuerza de la tormenta, que no me sentía tan ahogada por la lluvia;

bien, entonces, también significaría que nunca fue verdadero.

Que cuando amaneció, aunque el sol y los rayos tocaban mi piel, no sentía el calor.

Tan magnífico, tan alucinante,

si sólo por un momento

el pensamiento de volver a sentir los rayos del sol en mi piel, si sólo por un momento,

me trajera alivio cuando empiece a llover.

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